Hacía tiempo que no teníamos unos colores tan brillantes, y es que solo es cuestión de tiempo que se ponga todo en su sitio.
En este camino hemos aprendido que el tiempo es rápido, es breve y que sobre todo te hace aprender. Que en un año pensarás y te darás cuenta que eso que parecía que nunca pasaría, pasó.
Es hora de disfrutar, disfrutar al máximo el día a día.
Porque la vida cambia y nos cambia, normalmente a trompicones, en un segundo. Y hoy estás aquí y mañana donde el destino te lleve, ¿quién sabe?